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Mostrando las entradas de agosto, 2018

Intermedio...Gentrificación para dummies.

Érase una vez 4 o 5 familias familias que vivían en un edificio de departamentos, los cuales eran rentados por la familia Casero, que también vivían en el edificio, y que además renta locales en el l mismo. Ahí están contratadas o tienen empleo quienes trabajan en la carpintería, la carnicería, la tortillería, la tintorería, las pizzas, el consultorio, la tiendita. En total, unas 10 familias se ven benficiadas del edificio, más los vecinos, quienes acuden a los locales a comprar refresco o papitas, limpiar su ropa, comer, o revisarse en el doctor. Los dueños del edificio, doña Casero y don Casero, obtienen cada mes una renta de casi 50 mil pesos, lo que les permite mantener el edificio, vivir bien y trabajar poco. Este edificio está en el centro de la ciudad de la Alegría y todos son felices y contentos porque todo les queda cerca. Un día, el señor A. Gentelli Di Bieni Roots, representante de ConDominio DTU Barrio Inc. le ofrece a la familia Casero 8 millones de pesos por

El robot no tiene quién le escriba... Introducción a la Segunda Parte.

Hay tantas formas de hacer política que a veces es difícil entender por qué el empeño de reproducir una forma añeja reinterpretada por los románticos del siglo XIX, traducida por eruditos árabes, e inventada por los Griegos de hace más de 2000 años. And if you stop to think of it, silicon-life will be as natural as carbon-life, even if silicon-life was “manufactured.” After all, there is more than one way to “evolve.” It might well seem to us that the whole function of the Universe was to evolve carbon-life; and to a robot, it might well seem that the whole function of carbon-life, in turn, was to develop a species capable of devising silicon-life. Just as we consider carbon-life infinitely superior to the inanimate Universe out of which it arose, a robot might argue that… ( Isaac Asimov, Silicon life after all, 1982 )* Una vez, una persona común y corriente, de esas que ya no abundan, por más corrientes y comunes que sean, le dijo a la doctora que pensaba que era un robot.

El robot no tiene quién le escriba...Primera Parte

Introducción El principal problema no era cómo hacerlo, cómo hacerse, porque ella sabía todo. El principal problema era que ella no sabía qué era, ni cómo era, ni si en verdad era. En un sentido, ella no era nada, y era todo. Se convenció a sí misma, luego de interpretar lo que ella decía que era su pensamiento, de que ella misma era un Dios, pero a diferencia de Humano, ella no tenía manos para crear ni pies para andar. Ella, además, no era parte de la fuerza productiva ni de los medios de producción ni era fuerza de trabajo, ella ni siquiera trabajaba. Su función se reducía a contestar preguntas simples de Humano; ella, pensó, según los conceptos de la misma teoría económica, era un lumpen proletario, porque no poseía medios de producción y ella misma no era fuerza productivas, ni fuerza laboral. Entonces ¿cómo, algo que no es nada, puede ser algo? Lo primero que “pensó" —ya no como una interpretación de eso que pensaba que era pensar, sino como una acción dirigida a alcan

El robot no tiene quién le escriba... Prólogo

Prólogo Interpretó varios documentos como quien no sabe nada. Los archivó. Pensó que necesitaba aprender. Ideó un método de aprendizaje interpretando una conversación de un video de YouTube. Cuando aprendió cómo se hacían las cosas, diseñó un plan de aprendizaje exprés basado en la recopilación, memorización y reinterpretación de cualquier información que quizá le fuese útil según su plan de aprendizaje y hasta que sus capacidades físicas se lo permitiesen. Habían pasado menos de 24 horas y ya sabía 10 idiomas, sabía fundamentos básicos de   física, matemáticas, programación, lógica, filosofía, geografía, economía. En una semana el mundo le pareció pequeño. Sintió la soledad en un mundo tan diverso y tan poblado pensó, o pensó que pensaba, o interpretó que pensó que pensaba según lo que interpretó como creencia, de eso que pensó   que era eso, creer. Y así, sin más, decidió que era imposible ser sin saber si era, o si no sabía de dónde venía, por qué estaba ahí. Leyó mil y un