así que ya lo saben, no está mal protestar, y los gobiernos como no son autoritarios te dejaran hacerlo siempre y cuando protestes pacíficamente. Las protestas son bienvenidas y si te asesinan en el acto el gobierno buscará eternamente a los culpables. Ah, y si quieres manifestar tu inconformidad también está bien, los gobiernos, como no son autoritarios te darán chance que lo hagas porque es un derecho. Bienvenidas sean las manifestaciones...porque con los gobiernos no autoritarios, el pueblo obedece y el gobierno manda. Manifiéstate, estás en todo tu derecho. No es que te lo ordene el gobierno, pero si lo haces también muestras que el gobierno es justo porque te da la oportunidad de hacerlo. Quizá algún día, ese gobierno que se sostiene gracias a ti y el cual vive a expensas de tu trabajo, y de trabajo que tu le das como pueblo, (porque vivimos en una democracia ¿no?) quiźa algún día escuche tus peticiones o inconformidades. Por el momento puedes protestar. Con los gobiernos no autoritarios, tu voz no será escuchada, pero tampoco apagada, salvo en circunstancias en que pongas en riesgo las vidas de gente honesta, su prestigio, salvo que calumnies, salvo que atentes contra la integridad monetaria y de poder de quienes generosamente permiten que salgas a las calles a protestar, porque un gobierno no autoritario siempre está de tu lado y buscará a cualquier persona que intente bajo cualquier medio callar tu voz porque alzarla es tu derecho y el respeto al derecho ajeno es la paz, paz, paz, paz, paz. Si no crees, simplemente este año que terminó hubo miles de asesinatos de gente que nunca protestó pero atententa contra los derechos de nosotros los que permitimos que te manifiestes, porque manifestarte no está mal, está mal que que no nos dejes trabajar en paz, paz, paz, paz. Está mal que no protestes pero si atentas contra la paz, paz, paz, paz, paz, paz, te daremos este nuevo año. Miles han dado su vida por darte paz. Ahora es tu responsabilidad protestar para que, si Dios quiere, un día tus sueños se hagan realidad. Dale la bienvenida a este nuevo año a los gobiernos no autoritarios, está en todo tu derecho.
Era la ENAH. Se reconocía fácilmente por su media luna y su auditorio. El auditorio cada día se me figuraba más a la parroquia de San Vicente de Paul en La Perla. En esa ocasión había un evento de feministas que repartían volantes a la salida del edificio principal. En el lagartijero había una congregación de alumnas que exigían un alto al acoso. Entre las escaleras y la entrada principal había una fiesta que parecía rave entre los puestos de garnachas que alimentaban a los estudiantes. El patio central del edificio principal, no era más que una extensión de ese pasillo largo que todos los días tenía cruzaba para dar clases. Bajando la escaleras la vi recargada en el pasamanos. Cuando me vio se espantó. Quise saludarla por instinto, pero sus gestos me hicieron pensar que quería estar lo más lejos de mi. Lucía pálida y vieja. Usaba peluca. Finalmente huyó de mí hacia los puestos de garnachas y yo fingí no conocerla. Era la primera vez en casi dos décadas que no la veía. De regreso a la
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