No vine a ver la final del torneo mx, pero estoy en ciudad Juárez. Pero por si les interesa, me enteré que un gol de penalti el América rompió una sequía de 45 años, y obtuvo el título de la Copa MX. Al vencer al FC Juárez en el Estadio Olímpico Beníto Juárez.
Llegué en el centenario de la muerte de Zapata a una ciudad defendida por Villa, gobernada por Madero, y en donde Diaz trajo el tren para tener reuniones con sus homólogos gringos. Llegué por Interjet y antes de aterrizar cruzamos la frontera, lo noté por la arquitectura, la verdad es que no tuve otro indicio excepto quizá lo que pensé pudiera ser el río Bravo, aunque me parecía imposible porque ni era tan bravo ni parecía río. Triste realidad que confirmé después. Aterricé con Invalid Litter Dept de At the drive in, para no perder la costumbre de musicalizar los lugares. Curiosamente jamás pensé cantar Caminos de Michoacán que te llevan al Noa Noa.
Tomé un taxi al centro para darme cuenta minutos más tarde que pude haber ahorrado ese precio usando un chimeco de Oriente que iba hasta el centro. Ahora lo sé. Visité los puntos turísticos de la ciudad que tenía planificado. Empecé en la Plaza del Periodista, luego la estatua de Juárez, luego el Museo de la Revolución en la Frontera en el edificio antiguo de la Aduana, que es gratuito. En este museo aprendí que aunque no nos lo manejan así, prácticamente la revolución empezó en Juárez y El Paso, y que el 5 de mayo como celebración en los EUA empezó con los paisanos de la frontera y un nacionalismo incipiente que post-Juarista.
Antes del Museo me zampé unos burritos de frijol y de asada de 5 pesos. Luego me fui a las letras JRZ, luego el centro y la estatua de Tin Tan. Fui al mercado para probar el menudo. Es como una pancita pero más espesa. El bolillo estaba bien rico. Entre los vendedores ambulantes que ofrecen sus productos mientras comes, pasa el chiclero, el de las artesanías, y el que me llamó particularmente la atención: el que ofreció libros.
Finalicé con la avenida El Paso del Norte, donde se cambia dólar barato, y uno puede pasar por donde estaba el Noa Noa, el mural de Damasco de Juan Gabriel y la plaza Juan Gabriel.
Así pasó el tiempo hasta que se dejó caer una tormenta de viento con un montón de arena, polvo y basura. Y así, dejando los chimecos atrás, crucé la frontera a pie, observando la fila de coches inmensa, un río Bravo completamente domesticado y con una cantidad ridícula de agua. Diferencias abismales en la forma como de un lado y otro se cuida del río y al menos hasta mitad de puente, justo en la división para cambiar de país, puestos ambulantes sobre el puente vendiendo botanitas.
En efecto, una experiencia diferente a aquella de "cruzarla" en avión. Pasa uno a la Garita diezmada de Trump, y espera a que le den su permiso de paso/turismo por 6 dólares. La verdad es que es muy fácil pasar. Hay que tener en cuenta que el papelito sirve para evitar que te regresen en el retén a las 30 o 33 millas desde la frontera y que si ese papelito entregado al regreso después de pueden poner problemas para volver a entrar. Hay que llevar una dirección de contacto en los EUA y decir cuántos días vas y a qué. Por lo demás es fácil. Solo que en el mundo de trompetas lo que ocurriría en 15 minutos, pasa en 2 horas.
En Migración atendía una sola persona a 4 personas y luego desaparecía por 15 o 20 minutos y regresaba atendía otras 4 y volvía a desparecer.
Ya del lado del paso lo primero que se nota es que las banquetas estas decentes y pare e todo más limpio. Pero a penas llegas a la primer calle es muy curioso pues está lleno de puestos de ropa, recuerdos, juguetes, y comida, atendido en espeñol por mexicanos. Super chispa.
Ya en El Paso. Fui a darme el rol. Francamente hay menos cosas que visitar que en Juárez, pero si se nota bien canijo el cambio de ciudad. Para empezar de un lado con trabajo hay transporte público chimecoso y del otro, pues no. Aunque no son los mejores autobuses ni el mejor sistema de transporte en mundo coche, se agradece que hasta conserven sus tranvías antiguos. Así, de un momento a otro, el denominado primer mundo, el territorio imperial que era del imperio autodenominado Mexicano, se muestra con sus contrastes en un mundo maqueta en donde pareciera que todo está bien. Pero son justo los constrastes lo que impacta más. El pobre pobre caminando sobre la riqueza imperial. El rico rico, caminando sobre las obras de migrantes empobrecidos que aseguran vivir mejor que en México. No lo sé. Es posible.
Visité el museo de historia del Paso, también gratuito, que si bien no me parece tan bueno como el de Juárez a nivel de contenido, quizá lo supere un poco mejor a nivel de museografía. Comí unas alitas de pollo rebosadas sabor limón y pimienta en un lugar llamado Drac's Cheese Steaks, muuuuuy ricas.
Paseé un rato soportando la tormenta de arena tipo khamsin pero tranquila y fui a visitar algunos lugares entre los que destaca Barrio Duranguito, en resistencia porque lo quieren demoler. Ahí por cierto está la casa de seguridad de Pancho Villa, donde según mantenía su dinero y armas resguardadas del estado mexicano.
Ya cuando la tormenta me estupedeció me fui a tomar el autobús Greyhound hacia Albuquerque. Todavía tenía 2 horas pero estaba fastidiado del viento y el polvo.
Ahí en la estación, que no es particularmente interesante, vi una cara poco mostrada en Hollywood (quise decir, cara poco conocida) de ese Estados Unidos de a pie. Esos que no tienen coche. Esos que inclusive acaban de cruzar la frontera esperando no ser detenidos. Esos cuya libertad en el país de la Libertad, está limitada.
Albuquerque es otro rollo. Esa se las cuento luego.
PD: terminé de calificar 2 ensayos más en el autobús wiiii. Ya voy de gane.
PD: Hoy fue la ponencia de los SAA que presentaba con Gerardo Gutiérrez, parece que estuvo bien. Ya Gerardo hasta dice que una investigadora de apellido Berdan, dice que nos lee si decidimos publicar para tener un dictamen.
PD: gracias Mariana por darme posada.
PD: Me gustó BB y sabiendo que la Candy Lady vende cristal azul me fui al Old Town por unas bolsitas para distribuirlas en el barrio, xD
Llegué en el centenario de la muerte de Zapata a una ciudad defendida por Villa, gobernada por Madero, y en donde Diaz trajo el tren para tener reuniones con sus homólogos gringos. Llegué por Interjet y antes de aterrizar cruzamos la frontera, lo noté por la arquitectura, la verdad es que no tuve otro indicio excepto quizá lo que pensé pudiera ser el río Bravo, aunque me parecía imposible porque ni era tan bravo ni parecía río. Triste realidad que confirmé después. Aterricé con Invalid Litter Dept de At the drive in, para no perder la costumbre de musicalizar los lugares. Curiosamente jamás pensé cantar Caminos de Michoacán que te llevan al Noa Noa.
Tomé un taxi al centro para darme cuenta minutos más tarde que pude haber ahorrado ese precio usando un chimeco de Oriente que iba hasta el centro. Ahora lo sé. Visité los puntos turísticos de la ciudad que tenía planificado. Empecé en la Plaza del Periodista, luego la estatua de Juárez, luego el Museo de la Revolución en la Frontera en el edificio antiguo de la Aduana, que es gratuito. En este museo aprendí que aunque no nos lo manejan así, prácticamente la revolución empezó en Juárez y El Paso, y que el 5 de mayo como celebración en los EUA empezó con los paisanos de la frontera y un nacionalismo incipiente que post-Juarista.
Antes del Museo me zampé unos burritos de frijol y de asada de 5 pesos. Luego me fui a las letras JRZ, luego el centro y la estatua de Tin Tan. Fui al mercado para probar el menudo. Es como una pancita pero más espesa. El bolillo estaba bien rico. Entre los vendedores ambulantes que ofrecen sus productos mientras comes, pasa el chiclero, el de las artesanías, y el que me llamó particularmente la atención: el que ofreció libros.
Finalicé con la avenida El Paso del Norte, donde se cambia dólar barato, y uno puede pasar por donde estaba el Noa Noa, el mural de Damasco de Juan Gabriel y la plaza Juan Gabriel.
Así pasó el tiempo hasta que se dejó caer una tormenta de viento con un montón de arena, polvo y basura. Y así, dejando los chimecos atrás, crucé la frontera a pie, observando la fila de coches inmensa, un río Bravo completamente domesticado y con una cantidad ridícula de agua. Diferencias abismales en la forma como de un lado y otro se cuida del río y al menos hasta mitad de puente, justo en la división para cambiar de país, puestos ambulantes sobre el puente vendiendo botanitas.
En efecto, una experiencia diferente a aquella de "cruzarla" en avión. Pasa uno a la Garita diezmada de Trump, y espera a que le den su permiso de paso/turismo por 6 dólares. La verdad es que es muy fácil pasar. Hay que tener en cuenta que el papelito sirve para evitar que te regresen en el retén a las 30 o 33 millas desde la frontera y que si ese papelito entregado al regreso después de pueden poner problemas para volver a entrar. Hay que llevar una dirección de contacto en los EUA y decir cuántos días vas y a qué. Por lo demás es fácil. Solo que en el mundo de trompetas lo que ocurriría en 15 minutos, pasa en 2 horas.
En Migración atendía una sola persona a 4 personas y luego desaparecía por 15 o 20 minutos y regresaba atendía otras 4 y volvía a desparecer.
Ya del lado del paso lo primero que se nota es que las banquetas estas decentes y pare e todo más limpio. Pero a penas llegas a la primer calle es muy curioso pues está lleno de puestos de ropa, recuerdos, juguetes, y comida, atendido en espeñol por mexicanos. Super chispa.
Ya en El Paso. Fui a darme el rol. Francamente hay menos cosas que visitar que en Juárez, pero si se nota bien canijo el cambio de ciudad. Para empezar de un lado con trabajo hay transporte público chimecoso y del otro, pues no. Aunque no son los mejores autobuses ni el mejor sistema de transporte en mundo coche, se agradece que hasta conserven sus tranvías antiguos. Así, de un momento a otro, el denominado primer mundo, el territorio imperial que era del imperio autodenominado Mexicano, se muestra con sus contrastes en un mundo maqueta en donde pareciera que todo está bien. Pero son justo los constrastes lo que impacta más. El pobre pobre caminando sobre la riqueza imperial. El rico rico, caminando sobre las obras de migrantes empobrecidos que aseguran vivir mejor que en México. No lo sé. Es posible.
Visité el museo de historia del Paso, también gratuito, que si bien no me parece tan bueno como el de Juárez a nivel de contenido, quizá lo supere un poco mejor a nivel de museografía. Comí unas alitas de pollo rebosadas sabor limón y pimienta en un lugar llamado Drac's Cheese Steaks, muuuuuy ricas.
Paseé un rato soportando la tormenta de arena tipo khamsin pero tranquila y fui a visitar algunos lugares entre los que destaca Barrio Duranguito, en resistencia porque lo quieren demoler. Ahí por cierto está la casa de seguridad de Pancho Villa, donde según mantenía su dinero y armas resguardadas del estado mexicano.
Ya cuando la tormenta me estupedeció me fui a tomar el autobús Greyhound hacia Albuquerque. Todavía tenía 2 horas pero estaba fastidiado del viento y el polvo.
Ahí en la estación, que no es particularmente interesante, vi una cara poco mostrada en Hollywood (quise decir, cara poco conocida) de ese Estados Unidos de a pie. Esos que no tienen coche. Esos que inclusive acaban de cruzar la frontera esperando no ser detenidos. Esos cuya libertad en el país de la Libertad, está limitada.
Albuquerque es otro rollo. Esa se las cuento luego.
PD: terminé de calificar 2 ensayos más en el autobús wiiii. Ya voy de gane.
PD: Hoy fue la ponencia de los SAA que presentaba con Gerardo Gutiérrez, parece que estuvo bien. Ya Gerardo hasta dice que una investigadora de apellido Berdan, dice que nos lee si decidimos publicar para tener un dictamen.
PD: gracias Mariana por darme posada.
PD: Me gustó BB y sabiendo que la Candy Lady vende cristal azul me fui al Old Town por unas bolsitas para distribuirlas en el barrio, xD
Comentarios
Publicar un comentario
Sientete libre de opinar sobre el tema. Prometo no enojarme con tu comentario...jajajaja, bueno no se, depende...