Ir al contenido principal

Enojo


    Por eso dicen que uno debe pensar con la cabeza fría y que el que se enoja pierde. Pero he encontrado una manera de "gritar" y desahogarme...jajaja, en tuiter, al cual dejo un rato pues creo que hemos llegado a momentos críticos de imbecilidad emocional que irremediablemente nos están conduciendo a una perdición, podredumbre y/o ruptura social sin aparente retorno. Como cada vez me enojo más con los comentarios de las personas a quienes sigo masoquistamente y también a quienes leo de igual forma en los comentarios sobre las notas periodísticas  del Milenio y La Jornada (por no ser extremista y leer sus símiles en Noticieros Televisa y Fuerza Informativa Azteca), que más allá de alentar, generar o incentivar la discusión para la construcción del diálogo y las ideas, terminan por desencadenar un bucle infinito de desacreditación, insultos, reclamos, burlas, cinismo e intolerancia y falta de receptividad dialéctica, con un toque casi parsimonioso contrargumentando con  razonamientos ad hominem. Resulta que ya me cansé y escupí parte de lo que siento en mi cuenta de tuiter que como ya adelanté, intentaré dejar un rato pues más allá de permitirme enterarme de lo que acontece e informar sobre lo que a mi me parece iimportante, creo que está afectando mi hígado y mi bilis. Les dejo una copia de los últimos comentarios y sólo aclaro que son producto de un ataque de enojo y desesperación que si bien pueden reflejar lo que siento, no crean que es como normalmente me expreso pues suelo usar muchos eufemismos. Además les dejo los siguientes links por si quieren ver la degeneración que conlleva un diálogo de sordos con los comentarios que he puesto en Milenio.

Y bueno, ya aquí está lo del tuiter (http://twitter.com/ishiba)

        -tuiter, me despido un rato.
        -y si, no pienso desperdiciar mi tiempo en hacer labor social, definitivamente me enfocaré al blog
        -y sí, me estoy cansando de leer comentarios pendejos y sin fundamentos y que basan su crítica en argumentos ad hominem
        -y si, estoy enojado, y si, yo también soy fascista porque me vale lo que me digan yo seguiré escribiendo pendejadas
        -y si, tal parece q un chingo quieren atacar la violencia con violencia, al pueblo pan y circo y fuerza pinches plebes de mierda..me incluyo
        -si, soy bien pinche intolerante con los intolerantes, uno trata de ser pasivo pero termina siendo compulsivo
        -y ya, hay se ven, pinches weyes, sigámos jodiendo los unos a los otros, descalificando, desacreditando, chingando
        -a todos los apáticos y aquí me trago muchos "gulp", les digo q si no hacen nada dsde su trinchera mejor eviten las críticas no constructivas
        -me molesta que pa criticar estén buenos y sigan esperando que el gobierno resuelva todo con el ejército pero igual ellos no hagan nada!
        -A los que andan jode y jode con que el reclamo es contra los narcos y no contra el gobierno, se hubieran unido a la marcha con ese reclamo

Comentarios

Entradas más populares de este blog

–Necesito un ubik. –¿Un uber? –¿Un qué?

Era la ENAH. Se reconocía fácilmente por su media luna y su auditorio. El auditorio cada día se me figuraba más a la parroquia de San Vicente de Paul en La Perla. En esa ocasión había un evento de feministas que repartían volantes a la salida del edificio principal. En el lagartijero había una congregación de alumnas que exigían un alto al acoso. Entre las escaleras y la entrada principal había una fiesta que parecía rave entre los puestos de garnachas que alimentaban a los estudiantes. El patio central del edificio principal, no era más que una extensión de ese pasillo largo que todos los días tenía cruzaba para dar clases. Bajando la escaleras la vi recargada en el pasamanos. Cuando me vio se espantó. Quise saludarla por instinto, pero sus gestos me hicieron pensar que quería estar lo más lejos de mi. Lucía pálida y vieja. Usaba peluca. Finalmente huyó de mí hacia los puestos de garnachas y yo fingí no conocerla. Era la primera vez en casi dos décadas que no la veía. De regreso a la

¡NO AL AUMENTO DE LA TARIFA DEL METRO! ¡SÍ AL AUMENTO SALARIAL!

Algunas razones por las que estoy en contra de la subida de precios en el metro: en términos absolutos y relativos, la mayoría de la gente que usa el metro por antonomasia está jodida (cuándo han visto a un político o empresario usarlo que no sea para sacarse la foto); los que no están jodidos lo usan por necesidad para evitar estrés o congestionamiento vehicular o para ir al Centro Histórico y no meterse al hormiguero; los menos, son personas que están apostando por una mejor ciudad y entonces dejan de usar su automóvil o lo usan mínimamente el subsidio no se quitará aunque aumente de precio el metro (ver http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n3189999.htm) el gobierno ha amenzado que no removerá a los vagoneros hasta que no se decida el precio nuevo...esto en China y Tangamandapio es "CHANTAJE" (ver  http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2013/metro-operativo--967190.html )  planean hacer militarizada la seguridad del metro y aumentar número de policías

History of Mexican cinema

Some days ago, I tried to explain the history of Mexican cinema to two friends, one British and one French. It was hard, but from my perspective, ignorant and humble opinion, I came up with an age classification: pre-1968 or the so-called «Golden Age»: This era is characterised by a wide range of topics and experimentation. Thoughtful scripts, but also some movies framed within Mexican nationalism and some others even indoctrination. However, overall they are not so bad and actually, they reflect a Mexico that is way far gone, not only physically but ideologically or culturally. It is called the Golden Age not only because of the quality of the movies but also the amount of movies and genres. Comedy was well represented by famous figures such as Chabelo, Tintan, Cantinflas, Resortes, and even Viruta and Capulina. Drama was well represented with famous figures such as Pedro Infante, Dolores del Río, María Félix, Pedro Armendariz, Emilio Fernández, Sara García, Fernando Soto, María Eugen