Fee donya reesha, fe wa
taiira biguir guenajén
ej'na najarda sawa
ubukraján com fen, fi donya, fi donya!
الدنيا ريشة في هوا
طايره بغير جناحين
وحنا النهرده سوا
وبكره حنكون فين في الدنيا في الدنيا
El mundo es una pluma en el aire
volando sin alas
hoy estamos juntos,
mañana ¡¿donde estaremos en el mundo? ¿donde en el mundo ?!
El 19 de junio de 2014 en un hotel en Cairo, el New Garden Palace Hotel, raído, viejo, en ese lugar donde parece que el tiempo no avanza, por equis o por ye, prendí la televisión sin querar verla.
Una de la primeras canciones egipcias que conocí y que me encantaron fue sin duda Eldonia reesha de Saad Abdulwahab (سعد عبد الوهاب - الدنيا ريشة بهوا), un ritmo agradable, pegajoso, intenso, una balada hermosa cuyas letra era una incógnita. La escuché varias veces, muchas veces, afortunadamente es una de las canciones más famosas de Egipto, a pesar de que es viejísima. Imaginen un Pedro Infante cantando Cien años, o algo así.
Y entonces la encontré en Youtube y hasta en una página medio apócrifa de descarga de MP3 en árabe. Siempre quise cantarla y lo logré, al menos el coro, gracias a Ali Mohar, el chofer que conocí en Timai el Amdid. Eventualmente, logré cantarla pero no logré apreciar el significado de la canción porque está en árabe "estándar" y egipcio, y entonces aunque Ali me ayudó a entender el significado, no fui capaz de "traducir" la letra de la canción. Lo que logré, sí, es lo que puede verse en el párrafo introductorio, una transliteración del árabe y entonces ahora ustedes también pueden cantar el coro. Este año, gracias a Mohamed Kenawi, uno de los directores del proyecto Kom al-Ahmar and Kom Wasit, pude obtener la traducción de la letra del coro y ahora inclusive les dejo la letra en su idioma original.
Este mismo año, ese día que prendí la TV sin querer verla, sólo por morbo, y para ver si servía, porque les digo que todo se veía viejo, pasamos por Cairo para irnos a Bawiti, un pequeño pueblo en el oasis de Bahariya, al suroeste de Cairo, en medio del Sahara. Ese fin de semana musulmán, yo estaba muy pensativo y me sentía un poco culpable por no poder estar al lado o cerca de mi papá, a quien desentubaron el 24 de junio luego de una estancia larga en el hospital. Reaccionaba bien al tratamiento pero su corazón estaba muy débil. Le mandé un último mensaje por Whatsapp, saludándolo, aunque creo que ya no lo recibió. La verdad es que estaba muy escéptico acerca de su recuperación. Lo admito, a veces soy un aguafiestas y mi "realismo" se confunde con un pesimismo acojonante.
Prendí la TV, y juro que sin cambiar de canal, ahí estaba Eldonia reesha, interpretado por una orquesta. Fue tan grande mi impresión que hasta grabé un video con mi celular mientras sonaba la canción. Terminó la canción y apagué la TV. No podía expresar lo que sentí en ese momento, pero entre mi forma de pensar y los signos ubicuos que había recibido desde que dejé México en mayo, y hasta la muerte de mi papá, sabía que esa pluma pluma en el aire, volando sin alas me recordaba que en efecto, aunque lejos, estábamos juntos, mañana, ¿quién sabe dónde estaremos en el mundo?
-Bueno?
-Hola Isra, tu papá murió.
26-27 de junio de 2014, era 26 en la noche pero aquí ya amanecía el 27… Señales cruzadas…cuando es y no es, cuando sólo cobrarían sentido en un mundo ultrahumano [hoy].
Yo soy Ubik. Antes de que el universo existiera, yo existía. Yo hice los soles y los mundos. Yo cree las vidas y los espacios en que habitan. Yo las cambio de lugar a mi antojo. Van donde yo dispongo y hacen lo que les ordeno. Yo soy el verbo, y mi nombre no puede ser pronunciado. Es el nombre que nadie conoce. Me llaman Ubik, pero Ubik no es mi nombre. Yo soy. Yo seré siempre. - Philip K. Dick
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