Como suele ocurrir en los viajes planificados con esmero, uno siempre deja cosas importantes para resolver hasta el último minuto; como queriendo abonar un poco de ansiedad a la empresa. Regar las plantas es una de estas actividades, pero también lo es organizar el equipaje de mano, entre la que destaca la petaca "dummy" en caso de que la petaca documentada exceda el peso. Me tomó más tiempo del que pensé y terminé por ir a la cama a media noche y media, para finalmente caer en brazos de Morfeo, o eso dicen, como a las 2. Dormí poco, lo sé, considerando que 3 horas más tarde sonaría el despertador. Afortunadamente todo marchó en orden. El taxi llegó a tiempo; el tren no iba en retraso; me encontré a Ana Cristina y Alexandra en la estación, quienes se dirigen a un congreso en Estrasburgo; vi unos venaditos pastando en los campos de Northumbria –lo cual me puso muy feliz.
Llegamos a Edinburgh a tiempo. Buen clima. Vuelo sin retrasos. Todo fluido.
En Heathrow cambió un poco la suerte. El vuelo salió en retraso de casi media hora por tráfico en las pistas. Pero a parte de esto todo OK. Un vuelo lleno de mexicanos, incluyendo una señora que decidió pararse 3 minutos antes del despegue para agarrar una bolsa. Yo ya estaba entrado en ver The Green Book pero los regaños del aeromozo no se hicieron esperar y hasta me puse al tiro poir el conato.
Hasta ahí todo OK a pesar de los saltitos en todo el vuelo. Mi mayor pesar en realidad fue que me comencé a mormar y me comenzó a doler la cabeza. Después de Green book, cuya historia es muy chida, decidí calificar ensayos pero British Airways decidió apagar las luces y hacernos dormir después de la comida exprés. Marqué un ensayo y empecé el segundo, pero el dolor de cabeza me tumbó. Una aeromoza me dio unas pastillas y me quedé dormido y acabó el dolor. En el inter también vi Vice y los crímenes de Grindelwald, ambas con una narrativa bastante pobre en comparación con el Libro verde, y aunque las actuaciones en Vice son buenas, incluso la temática me hizo odiar al mundo. Pero lo que más me sacó de onda de Vice es que cuando empezó apareció un anuncio de alerta porque habría una escena de un vuelo "in distress" y pues entre los saltitos y el dolor de cabeza la neta me causó más distress el anuncio que el hecho de que jamás vi una escena del género.
El aterrizaje estuvo bien aunque el avión subió mil metros a punto de aterrizar porque según había un avión adelante muy cercano. Entonces dimos una vuelta más y todo sin novedad, aunque ya con un retraso acumulado de casi hora y media porque aunado al tráfico en Heathrow y el viento de cola que nos retrasó otra media hora, pues se combinó el propio tráfico en puertas de embarque en la ciudad de México y el segundo intento de aterrizaje.
Como sea, todo chido. Ya estamos aquí.
A descansar un rato y luego a darle, que esos tacos no se van a comer solos.
Llegamos a Edinburgh a tiempo. Buen clima. Vuelo sin retrasos. Todo fluido.
En Heathrow cambió un poco la suerte. El vuelo salió en retraso de casi media hora por tráfico en las pistas. Pero a parte de esto todo OK. Un vuelo lleno de mexicanos, incluyendo una señora que decidió pararse 3 minutos antes del despegue para agarrar una bolsa. Yo ya estaba entrado en ver The Green Book pero los regaños del aeromozo no se hicieron esperar y hasta me puse al tiro poir el conato.
Hasta ahí todo OK a pesar de los saltitos en todo el vuelo. Mi mayor pesar en realidad fue que me comencé a mormar y me comenzó a doler la cabeza. Después de Green book, cuya historia es muy chida, decidí calificar ensayos pero British Airways decidió apagar las luces y hacernos dormir después de la comida exprés. Marqué un ensayo y empecé el segundo, pero el dolor de cabeza me tumbó. Una aeromoza me dio unas pastillas y me quedé dormido y acabó el dolor. En el inter también vi Vice y los crímenes de Grindelwald, ambas con una narrativa bastante pobre en comparación con el Libro verde, y aunque las actuaciones en Vice son buenas, incluso la temática me hizo odiar al mundo. Pero lo que más me sacó de onda de Vice es que cuando empezó apareció un anuncio de alerta porque habría una escena de un vuelo "in distress" y pues entre los saltitos y el dolor de cabeza la neta me causó más distress el anuncio que el hecho de que jamás vi una escena del género.
El aterrizaje estuvo bien aunque el avión subió mil metros a punto de aterrizar porque según había un avión adelante muy cercano. Entonces dimos una vuelta más y todo sin novedad, aunque ya con un retraso acumulado de casi hora y media porque aunado al tráfico en Heathrow y el viento de cola que nos retrasó otra media hora, pues se combinó el propio tráfico en puertas de embarque en la ciudad de México y el segundo intento de aterrizaje.
Como sea, todo chido. Ya estamos aquí.
A descansar un rato y luego a darle, que esos tacos no se van a comer solos.
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